martes, 19 de enero de 2010

PUNTO DE VISTA

No todo el mundo es malo -explicaba una amiga, justificando la actitud seductora de ciertos judíos sionistas-, las hay gente muy buena –y agregaba- En todos los pueblos existen buenos y malos, asesinos y santos”. “Sordos y mudos”-pensaba para mí. Ya que mirar para otro costado pareciera que convierte a los malos en gente decente y buena. Cualquier ingenuo pensaría igual que esa buena amiga, pero aquí radica el error. Si realmente existe gente buena en medio de un pueblo que masacra a otro, debería…, debería –repito- comprometerse, tomar partido en forma activa poniéndose del lado de la victima aunque más no fuera por un deber moral, en contra de sus propios dirigentes y no hacer la vista gorda, como: que ¡yo no fui!
La indiferencia en muchos de los casos es también una agresión. No se debe culpar a los sionistas de aniquilar palestinos o atacar a los libaneses para ocupar sus tierras y robarles el agua, no se los puede culpar, porque entre ellos hay judíos buenos. No se los puede reprochar a los cultos y civilizados norteamericanos de Kansas City que desde su intervención en Irak ya han perecido gracias a ellos millones de iraquíes porque su pueblo es sordo y mudo y hace la vista gorda. No se debe considerar asesino al pueblo turco porque muchos no participaron en el genocidio de los armenios, incluso recogieron y se adueñaron de unas cuantas criaturas. ¿De qué se podría condenar a esa pobre gente tan noble, tan considerada que obra con tan buena fe; tan devota y piadosa ella… ¿verdad? Y sin embargo, yo pienso distinto. Los acusaría de criminales al igual que sus hermanos por el simple hecho de no intervenir y oponerse abiertamente a la injusticia que acomete su propia gente.
Supongo que algunos podían haber cacareado ocultos detrás de sus puertas viendo como sus ejércitos invadían a sus vecinos, derribaban sus casas y perseguían despiadadamente a las mujeres y a los niños que huían despavoridos como cuervos espantados. Para muchos como mi amiga, sigue siendo gente buena y rescatable. Son buenos como los hay en todos los pueblos…
Si realmente fueran buenos… -digo – Los buenos turcos, se habrían colocado a la par de los armenios; los buenos judíos sionistas se habrían movilizado y, tomados de las manos, habrían rodeado con sus familias las casas y los barrios palestinos. Entonces allí se podría decir: ¡Señores no se equivoquen, no culpen a todos por igual, también hay gente buena! Lo que yo entiendo, es que el deber de cada mortal es defender como sea por su don de gente la dignidad humana, luego… con su vida, la Causa de la Humanidad. Las mismas ratas lo hacen; se juegan la vida por su comunidad.
La injusticia de los hombres debe ser controlada por la razón de los hombres y que me perdonen aquellos que todavía sueñan con que una golondrina “hace verano”, porque Callar es Conceder y Conceder, es Usura.


17/Noviembre/2009
Rupén Berberian

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