miércoles, 18 de marzo de 2009

“Shalom aleijem”

El flamante presidente capitalista, imperialista por excelencia del mundo moderno, el primero en la historia de piel negra, al preguntársele sobre la agresión israelí contra palestinos, se aventuró diciendo que todas las naciones poseen el derecho de defenderse. Lo que significaría, para mí y pienso, sería lo mismo para las demás gentes, que su discurso incluiría invadir países, aniquilar poblaciones y apoderarse de su tierra. Al fin y al cabo con ese razonamiento justificaría los bombardeos de Israel sobre la población palestina. No sé por qué se me hace que con su presencia en el trono mundial, la humanidad no habría de avanzar, más bien permanecería estancada por décadas.
Vuelvo al tema “Terrorismo” del que tanto se martilla en el léxico político pro sionista. No existe informativo alguno, reportaje alguno que no se la incluya como punto de partida. Los periodistas y sus reporteados cuya inclinación evidencia estar ampliamente a favor del sionismo, reconocen a los árabes por terroristas islámicos y los colocan en la misma bolsa, como diciendo: ¡Los asiáticos son chinos, los rusos judíos y los españoles gallegos! Terrorismo, viene de la palabra terror. Quienes invaden países, bombardean hogares con su aviación norteamericana, disfrazada con insignias del Estado Judío y matan civiles, no serían por supuesto terroristas, ¡nada de eso!, serían los mismos tradicionales e infaltables héroes imbatibles de los cuentos del Antiguo Testamento. Son los que patean en contra, muy a pesar de la opinión mundial, quienes, pese a las reiteradas condenas de las Naciones Unidas nunca las llevan a cabo. El Estado Judío se aferra a unos dichos absurdos de su Torá, con que “Jehová” dios de los ejércitos victoriosos de Israel, se dirigió personalmente a Abraham proponiéndole abandonar Ur de los caldeos, prometiéndole la entrega incondicional de la tierra de los cananeos. Mejor dicho: la tierra habitada por los cananeos, hoy Palestina, el Líbano y quien sabe si el plan de usurpación de tierras comprendía también las alturas del Golán y Damasco. Porque creer en absurdas predicciones y tales supersticiones e incorporarlas a una doctrina por encima monoteísta, es simplemente tener mente atrofiada. Las doce tribus de judíos debieron haber provocado graves conflictos en su lugar de origen como es normal. En su marcha migratoria cruzaron Palestina y se refugiaron en Egipto. Transcurrieron cuatrocientos treinta años hasta que finalmente fueron expulsados por el Faraón. Por fortuna ningún libro de historia, ni siquiera el Antiguo Testamento menciona los motivos. Una vez más, fiel a su pueblo predilecto, se presentó Jehová a salvarlos de ser exterminados. Como por arte de magia partió el Mar Rojo en dos, permitiéndoles cruzar con el oro y las joyas robadas a Egipto y ya a salvo, Jehová volvió a unir las aguas y así se ahogó el ejército del Faraón que los perseguía. (Otro absurdo total; ¿en qué mente cabe?)
Errando y errando como gitanos por el mundo, finalmente y gracias a la influencia de los anglosajones se les concedió un territorio en Palestina. A partir de allí el humo les fue subiendo a la cabeza y hoy al inicio del año cristiano 2009 controlan las finanzas del mundo, la medicina, la industria bélica, la publicidad y la música, amén de la nación más poderosa de la actualidad. Hoy controlan la prensa mundial, los mercados de diamantes y del oro y se empeñan por convencer al “gentil cristiano” “Goim, en su lenguaje” con que los malos de nuestra civilización son los de Hamás y los de Hisbala libanés, porque no han logrado todavía convencerse con las proclamas judías de amantes de la paz.
Hace cientos de años que el sionismo brega, se arrastra disimuladamente como víbora utilizando la usura como un medio de sometimiento. Han logrado hipnotizar a ciertos países árabes y sacarlos de circulación, a cambio de toneladas de papalitos verdes cotizables en la bolsa de Nueva York, principalmente los del golfo pérsico. Otra de su especialidad puesta a prueba, fue provocar guerras fraticidas e intolerancia religiosa en Irak, obligando al Sheriff de Texas City a encubrir sus fechorías, incluso tomar partido e humillar a su población, estableciéndose indefinidamente como un intruso en el terreno contando con un comodín como punto de referencia. Gracias a la eficiente colaboración logística de Jehová hoy Irak no representa peligro para Israel.
Hace poco Israel le pidió autorización al Tio Tom para atacar las instalaciones nucleares de Iran, solicitándole de paso apoyo material y exigiéndole la entrega de bombas de profundidad anti bunkers que por desgracia no forman parte de su actual arsenal. Lo que está lanzando sobre la población palestina son simples bombas de fósforo y las de racimos, ambas prohibidas internacionalmente. Mas su solicitud le fue negada, no obstante se le aconsejó seguir amaestrándose practicando tiro al blanco contra los edificios palestinos y los refugios de la franja de Gaza. Ya que se trataría de una población inofensiva, que carece de aviación militar, de tanques, ni siquiera una flota naval y, con bombardear sus ciudades y ensañarse con matar a sus mujeres y niños, sería cosa de un par de días a lo sumo para que Hamás esté rindiéndose. Mientras tanto, entraría a regir la propaganda interesada y los compromisos previamente acordados con El Reino Unido, su asesor espiritual, contando desde luego con la infaltable y estrecha colaboración de su amante aliado, su exclusivo surrtidor de armas y las honorables, respetables socias activas de la ONU que cacarean con la panza llena todas juntas sin poner un solo huevo. Mientras tanto, mantener la buena costumbre de cortarles los suministros de gas, luz, petróleo y agua; impedir la presencia sobre el terreno de la prensa internacional, las delegaciones de los derechos humanos, la Cruz Roja Internacional y la ayuda humanitaria para que de esa forma pueda, liberada de culpa y cargo, seguir matando civiles refugiados en colegios, mezquitas, incluso bombardeando alevosamente “por error” ¡Claro está!, los establecimientos de las Naciones Unidas abarrotados de refugiados. Total; nadie le impide formalmente detener su agresión; no se lo impiden, porque saben fehacientemente que es inútil, puesto como es tradición Israel no obedece a nadie y, aunque lo condenaran, le importaría tres bledos…
Desde mi modesta observación, trataría de reflejar el pensamiento de ese pueblo tan particular:
“Somos los héroes de la película, los imbatibles…Matar a mujeres palestinas y niños es lo más fácil, además, es nuestra especialidad. Con su eliminación estamos programando nuestro futuro de grandeza, estamos borrando con nuestro valiente ejército la existencia de las próximas generaciones de terroristas islámicos. Preferimos asesinarlos hoy que son indefensos y tiernos y no tener que enfrentarnos con ellos mañana cuando ya manipulen armas, porque podríamos lamentar la baja accidental de uno que otro herido leve. A los demás palestinos los tenemos atenazados y enjaulados en reservaciones rodeados de asentamientos de amables y bien educados colonos judíos gringos. Los árabes son retrógrados, comen con las manos. Lo que queremos en verdad es que se vayan o que se mueran todos. Aunque les sonreímos, odiamos a los árabes y lo transmitimos a nuestros hijos desde los pechos de sus madres. ¿Dónde se ha visto que Palestina les pertenece…? ¡Van a tener que desaparecer por la buena o por la mala del suelo de Israel! “Abraham nos lo aseguró, porque Jehová, nuestro dios, le habló y está escrito en el Torá. Nuestro poderoso ejército imbatible es consciente de que está defendiendo una causa noble y justa y, que tenemos que acabar con los terroristas islámicos que rechazan ser esclavizados y alimentados por nosotros como mascotas y sirvientes a modo de figurar como lo que somos de dadivosos. Hemos de prohibir a que los palestinos le sean suministradas armas importadas, procedentes de Siria o de Iran. Que no se vaya a creer por ahí que somos insensibles al dolor ajeno. De cuando en cuando les otorgamos piadosamente tres horas de respiro y de calma como ayuda humanitaria mientras que nuestros pilotos se toman un refresco, se abastecen nuestros aviones de combustible y se rearmen de bombas de precisión. Mientras tanto, los palestinos tienen tiempo de rescatar sus cadáveres entre los derrumbes y de enterrar a sus muertos. Aquí los únicos que deben poseer armas somos nosotros… ¡El pueblo elegido…! ¡Heil…!
Y ahora hablando con seriedad: Quien más quien menos está enterado de cuales son las armas defensivas y cuales son las ofensivas. Si usted todavía insiste en que Israel es la víctima, usted es un sionista que no merece ser judío, ni siquiera pertenecer a la raza humana, ya que un sionista no es ni más ni menos que un criminal Nazi. Por otro lado, el judaísmo no es una raza sino una religión y quienes asesinan a palestinos son los gringos anglosajones sionistas disfrazados de judíos

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