jueves, 17 de junio de 2010

LOS OLVIDOS

En Turquía, todavía quiénes indirectamente hacen girar la rueda de los molinos de la nación, son los armenios. En el pasado también fueron armenios quienes edificaron los palacios de los sultanes y le dieron brillo al país. Muchos obraron bajo otras carátulas, persas, bizantinas, otomanas, como que la singular inteligencia de los armenios, su espíritu creativo no fuese de su pertenencia, sino cedida a otros pueblos. Socialmente hablando me parece perfecto, porque la humanidad es una sola y el ser humano se debe a otro ser humano, siempre y cuando no fuese explotado en beneficio de terceros. En el pasado los armenios fueron quiénes conducían la flota naval asiria y en la época bizantina fueron Imperadores… fueron armenios quienes edificaron Santa Sofía, hoy transformada en Mezquita, símbolo vivo de Constantinopla, (Istambúl). Voy… a que la armenidad como hoy día trabaja para honrar con su esfuerzo, inteligencia a los pueblos del mundo. Voy… a que en esa comunidad se entremezclan los criterios, se acentúan las opiniones hasta el grado de envidiarse unos a otros, de despreciarse unos a otros hasta formar una barrera de intolerancia entre distinta procedencia de armenios. Llegué a pensar inocentemente que los armenios de todo el mundo eran hermanos y con tristeza vengo a constatar que los armenios de todo el mundo son rivales y que cada uno le interesa llevar el agua a su molino.En esa larga y tediosa existencia que me tocó vivir, llegué a pensar que los armenios de Turquía deseaban fervientemente la presencia en su suelo de sus hermanos de la diáspora, que los de Armenia añoraban el reencuentro con sus familiares diseminados por el mundo, que la diáspora tenía planes para la unión de la familia armenia bajo un mismo techo, pero la realidad me chocó y me siento decepcionado. Nada de eso ocurre ni ocurrirá si no se llega a un cambio radical de mentalidad. Pienso que deberíamos encontrar un motivo que nos una a todos, una pasión que nos hermane; pensar… si hemos resistido a tontas desgracias sin perder nuestra identidad es por alguna razón que se nos escapa y es allí donde tendríamos que apuntar hasta encontrar la explicación a esa milagrosa existencia nuestra y su motivo de ser. Vuelvo a decir: si no hemos desaparecido en tanto tiempo de existencia debería tomarse, no solamente como una bendición de Dios, sinotambién como un presagio divino. Quizá, refiriéndome a nuestra coincidencia, habremos de hallarla únicamente en la no coincidencia. Nuestro parentesco, hallarlo únicamente en la intolerancia y en la indiferencia. Nuestro reencuentro… habremos de hallarlo únicamente en el perdón. El día que aprendamos a perdonarnos unos a otros y a tratarnos como hermanos, ese día tendremos un cielo propio sobre nuestras cabezas y un suelo propio bajo nuestras sandalias de caminantes.

7/Febrero/2010
Rupén Berberian

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