miércoles, 3 de febrero de 2010

POESIA

Heredé de mis ancestros mi perfil
y un campo sembrado de púas…
Cuando se devastó mi terruño
y el invasor hundió su puño
en el pecho de mi nación
me alejé por el mundo
ataviado con nombres impropios
adecuándome a idiomas impuestos…
Sobreviviendo a esa gloria fantoche
me convertí en ciudadano
en la casa de un hermano…
La Biblia que me vio nacer
de paraíso y barro
tornó en piedra mi mirada
y mi lengua en seda…
En esa vigilia de vagabundo
sin cielo propio
se atrancó mi reloj de arena
arrojando sus cenizas al viento…
No sé mentir como debiera
y mi verdad a la verdad nada le agrega…
Por los caminos del destierro
lapidada en mi frente la historia de mi pueblo…
llevo un corazón amordazado…
Cuento a los cuatro vientos los motivos de mi llanto
y el mundo se me ríe en la cara
me abre sus brazos recién al darle la espalda…
Intento cosechar simpatía a cambio de muecas heredadas…
Harto de verme distinto
de seguir tolerando
de forzar en mi semblante la imagen de santo…
Se me van los años sin siquiera rebelarme…
Mis raíces son riendas que controlan mi vehemencia
mi pasión y mi pulso…
si no fuera por eso… ¡Dios mío… si no fuera por eso!
La belleza de la vida pasa desapercibida
obligándome a comportarme como un ciego
a entonar mi himno
calladamente
como si fuera mudo..
Alzo mi mástil por el horizonte
sin trapo…
entro y salgo fronteras rodeando mi terruño
y los huesos de mis hermanos de tildan de indiferente
me acusan de vagabundo.

Rupén Berberian
www.arteraymond.com.ar

No hay comentarios: